El descarado alcalde de Lebrija
Si en Santander existiera un concurso para premiar a los mandatarios más descarados del departamento, no duden ni por un solo momento que el alcalde de Lebrija Luis Carlos Ayala Rueda estaría en los primeros lugares de esa premiación.
Este “hombre de Dios” es tan cínico, que no le bastó con entregarle la contratación del municipio a las empresas de los señores Marcos Hernández Bernal, Luis Antonio Hernández Bernal, Mauricio Eugenio Cardenas Lara, más conocidos como “los españoles”, sino que también decidió vincular en la administración pública a los ex empleados de estos mismos señores.
En la Secretaría de Planeación contrató al abogado Eustorgio Torres Mantilla, el antiguo concejal que les hacía las veces de mensajero y en la Secretaría de Infraestructura nombró como jefe de despacho a Luis Felipe Díaz Tanco, el antiguo Ingeniero de una de las empresas de estos personajes (👉🏼 ver prueba). Lo dicho: les entregó la alcaldía de Lebrija en un solo combo.
Pero el descaro del alcalde va mucho más allá del simple pago de un favor, porque el secretario Diaz Tanco aparte de supervisar los intereses contractuales de sus antiguos patrones, también supervisa las demás obras donde se desaparecen los dineros de los habitantes, como lo es el caso de la Casa de la Cultura, el Polideportivo de la Vereda Portugal y el Polideportivo de La Popa, tres contratos por los cuales más de un funcionario se habrá de sentar en la fiscalía a explicar la vagabundería en que convirtieron esas obras.
Los contraticos amañados
La Casa de la Cultura fue objeto de un contrato por un valor superior a los 211 millones de pesos el cual le fue entregado a la empresa ADECONS S.A.S (👉🏼 ver prueba), de propiedad de Juan Fernando Vanegas Carvajal, un contratista muy cercano a la politiquería tradicional que no ha podido explicar junto a la administración pública de Floridablanca, de dónde salieron los dineros para pagar la construcción del puente vehicular ubicado entre los Barrios El Carmen y Villaluz en ese mismo municipio.
Este contrato estaba proyectado para ser ejecutado durante dos meses y ya ajusta un año en su cronograma más la necesidad de un dinero adicional para poderlo terminar (👉🏼 ver prueba).
El segundo contrato es el del Polideportivo de la Vereda Portugal, entregado a una Unión Temporal integrada por los mismos contratistas encargados de la reposición del alcantarillado de la Carrera 11 del municipio dentro del contrato adjudicado por las empresas públicas de Lebrija por un valor superior a los 700 millones de pesos: Jesús Pedro Nel Serrano Meneses e Ingeniería Futurista S.A.S. de propiedad de Roberto José Rodríguez Serrano, quienes también están en búsqueda de ganarse el mejoramiento del palacio municipal por un valor superior a los 800 millones ¡Bendecidos y afortunados los amigos de Richard Aguilar (👉🏼 ver prueba)! El tercer contrato es el correspondiente al Polideportivo de La Popa, la mayor sinvergüencería de este alcalde inutil.
Los constructores son el Consorcio Cubierta 2021 integrados por las empresas Felarp S.A.S. (90%) propiedad de Laura Juliana Parra Navarro y Connar Construcciones & Arquitectura S.A.S. (10%), una empresa creada por el ex candidato al Concejo Municipal de Vélez por el partido Centro Democrático Luis Hernando Tellez Barrera y la Constructora Proincacol S.A.S. de propiedad del actual gerente de la Empresa Municipal de Servicios Públicos Domiciliarios de Oiba Eymar Yesith Baez Camacho, lo cual se convierte en un gravísimo problema para el alcalde Ayala Rueda en materia de contratación estatal dada la calidad que ostenta el señor Baez, sin descontar que no existe la más mínima garantía en la protección de los recursos públicos teniendo en cuenta que la interventoría de este contrato está a cargo de Juan Carlos Osorio Ríos, el mismo interventor de la construcción de la central de urgencias del Hospital Universitario de Santander, donde se roban 2.000 millones de pesos para la UCI de los niños y salen a tapar el escándalo comprando conciencias, contralores y pautas publicitarias.
La construcción de la cubierta de este escenario deportivo es el mejor reflejo del gobierno del alcalde Ayala Rueda, quien en su torpeza como funcionario ya le entregó más de 1.127 millones de pesos a una contratista que ni siquiera aparece por la alcaldía (👉🏼 ver prueba), como ya lo pudieron comprobar los concejales de la ciudad que siguen perdiendo el tiempo en debates insulsos mientras se roban el dinero de los ciudadanos a plena luz del día en complicidad con una Contraloría Departamental que en vez de instalar auditorías serias se dedica a celebrar ruedas de negocios.
“Los espero la próxima semana para concluir esta historia y si se encuentran con el alcalde actual de Mogotes Edgar Higinio Rueda, díganle que no se la pierda”