Para nadie es un secreto que todos los alcaldes tienen una persona encargada de manejar secretamente la contratación burocrática al interior de las instituciones públicas y servir como trapo sucio cada vez que el mandatario se quiere librar de algún compromiso que no quiera o no pueda cumplir.
En el municipio de Floridablanca esa persona se llama Diego Mauricio Castro Muñoz, un abogado que a pesar de haber estudiado a fondo el derecho romano, no ha podido entender que la memoria colectiva siempre estará por encima de las instituciones. Por eso es que su paso por la alcaldía será un peso muerto que tendrá que llevar sobre sus hombros a donde quiera que vaya, porque los florideños no se olvidarán nunca de la persona que los humilló cuando más necesitaban ayuda.
Florideños sin trabajo
Su llegada a la alcaldía de Floridablanca se da gracias a la personalidad paranoica por la que se caracteriza el gobierno de Miguel Ángel Moreno Suárez, donde la traición es una de sus más grandes preocupaciones. Al ser considerado Castro una persona de confianza se le entregó una de las tareas más desagradecidas en el manejo de una entidad: encargarse del computador donde se guarda la información referente a la participación burocrática que se le entrega a los aliados políticos. Es él quien lleva las cuentas de los cargos con los que se compra el silencio de unos concejales arrodillados ante una administración de niñatos que después de un año de mandato todavía siguen pensando por dónde comenzar a gobernar.
Es él quien se encarga de organizar con colores en tablas de Excel los contratos de prestación de servicios que se le entregan a congresistas, procuradores, fiscales, contralores y las novias de funcionarios, contratistas y hasta dirigentes gremiales, quitándole los espacios de trabajo a los mismos florideños que se partieron el lomo durante una campaña política que llevó a Moreno Suárez de forma inmerecida al poder. Es Diego Mauricio Castro la persona que con sus crayolas le está ayudando al alcalde a pintar el color de la pobreza con la que hoy se tienen que arropar muchos de los florideños sin que a ninguno de sus amigos de hermandad eso les importe.
En su computador están los enlaces que permiten conocer la forma en que se manejan los recursos públicos y la manera como se benefician quienes no han hecho nada por Floridablanca.
Cínicos y descarados
El abogado Castro lleva a cabo su trabajo en medio de un encierro más que necesario para mantenerse en las sombras donde le toca vivir por culpa de la tarea que desempeña, una oscuridad donde también se han ocultado Yordyn Eliecer Sánchez Santamaria y su novia Shirley Dayanne Vargas Gelvez, los encargados de acabar de menospreciar a los florideños que pensaron que ésta alcaldía iba a estar al servicio de la gente del pueblo.
Poco a poco los ciudadanos van comenzando a entender que su votación se perdió en la creencia de un bienestar social que no ha llegado ni llegará ¿Qué más se podía esperar de quienes salieron de un salón de clases creyendo que por el simple hecho de ser abogados iban a ser capaces de comprender políticamente los 38 barrios que tiene Floridablanca y las 8 veredas que la conforman? ¿Qué clase de equipo de gobierno creían los electores que podría llegar a conformar un alcalde que nunca se subió en un bus de La Cumbre-El Carmen? Las consecuencias que se tienen que asumir por no elegir a alguien que salga del corazón del pueblo son extremadamente dolorosas.
La hermandad de la UPB a la cual pertenece el abogado Castro está llevando al municipio a un fracaso donde los únicos que se están beneficiando son ellos mismos, lo cual ni por prudencia son capaces de ocultar cuando se les ve en carros lujosos recién comprados, viajes en yate por Cartagena, apertura de cuentas bancarias aún por investigar y la demostración de una vida de lujos pagados con los dineros públicos de una sociedad que ya no se aguanta más el cinismo de estos niños ni la ineptitud de unos concejales corruptos que ayudan día a día con este desastre.
Diego Castro es apenas el inicio de esta historia, así que guarden su indignación porque lo que viene es mucho peor.
Próxima Semana: Las andanzas de Álvaro Leonel Rueda Caballero.