Lebrija: el municipio que se roban de a puchitos
Lebrija es un municipio santandereano donde robarse los dineros públicos es muy fácil, porque mientras todos nos concentramos en los escándalos de la familia Aguilar, tratamos de entender los negociados que hace a escondidas el papá del títere que se hace pasar como alcalde en Floridablanca y escuchamos las pendejadas a las que ya nos tiene acostumbrados el alcalde Juan Carlos Cardenas y su equipo de egocéntricos y malagradecidos conocidos como “El Kinder”, el alcalde de la capital piñera de Colombia, poniendo carita de yo no fui, le abre las puertas de par en par a todos los bandidos que se roban a gusto el presupuesto municipal con el silencio cómplice de las autoridades de control fiscal, penal y administrativo de la nación y el departamento.
Una verdadera “escuelita caracol” en donde todos sus mandatarios pierden el año pero igual se gradúan con honores por cínicos y descarados.
Los Aguilar detrás del poder
Luis Carlos Ayala Rueda puso su nombre a consideración de los ciudadanos al creer ciegamente en la profecía que le reveló un pastor cristiano donde le decía que él sería el alcalde, pero a dicho pastor se le olvidó decirle que quien iba a manejar el poder no era él, sino Angela María Naranjo Díaz, la sobrina del ex gobernador Hugo Heliodoro Aguilar Naranjo a quien la Fiscalía ya mencionó dentro de las investigaciones que se le adelantan al ex senador Richard Aguilar. Angela María tiene una historia interesante en el municipio de Floridablanca relacionada con el consorcio encargado de elaborar los diseños de los intercambiadores viales de “Papi Quiero Piña” y “Fátima”, el cual estuvo integrado por las empresas Consultores Solano Navas Ltda (30%), La Vialidad (25%) y A.P.P. Control e Ingeniería S.A.S. (45%), una unión empresarial que estuvo cobijada por la extraña sombra de Javier Mauricio Niño Carrillo, quien fue condenado por cohecho al pretender convertirse en Contralor Municipal de Floridablanca comprando los votos de varios concejales bajo la creencia de que todas las personas en la vida tienen un precio, el mismo personaje con el que el alcalde de Bucaramanga Juan Carlos Cardenas Rey se la pasa de fiesta en fiesta.
La señora Naranjo, quien sin ninguna vinculación laboral o contractual con el municipio de Lebrija, manda como la que más, no solo logró vincular a su esposo en la alcaldía, sino también, ha logrado que la contratación pública tome unos caminos donde no existe la transparencia ni la rectitud.
Ella es el verdadero poder detrás de quien se hace llamar un hombre de fe rodeado por valores cristianos, cuando en honor a la verdad es que lo único que lo rodea es una jauría de lobos que está acabando con el municipio.
Por eso se vuelve importante darle a conocer a los habitantes de Lebrija durante las próximas semanas la forma en que se están robando de a puchitos el pueblo, comenzando por los acomodados negocios de tierras liderados por Marcos Hernández y Mauricio Cardenas, así como también los manejos indebidos al interior de la Empresa de Servicios Públicos Domiciliarios de Lebrija E.S.P. y la aprobación de un Proyecto Urbanístico General para favorecer los terrenos de propiedad del Contralor Edgar Fernando Perez Rodríguez alias “pepino”, realizado por Oscar Hernando Saboya Patiño, a quien en el municipio de Lebrija algunos veedores lo denominan el arquitecto de la corrupción.
De la misma forma hay que explicar lo que se esconde detrás de los contratos de la construcción de la cubierta del escenario deportivo de la carrera 5A y 5B, así como también la actualización del Plan Básico de Ordenamiento detrás del cual se esconden muchos de los responsables del desastre del POT de Floridablanca, un proceso que hoy en día duerme “el sueño de los justos” en el escritorio del magistrado Milciades Rodríguez Quintero sin que nadie se explique las razones de semejante actitud por parte de este despacho.
Ya es hora de que los habitantes de Lebrija se den cuenta de quién es la persona que los está gobernando realmente y cuáles son los verdaderos intereses de ese hombre de Dios al que llaman alcalde. Nos vemos la próxima semana”.
Posdata: Gerente Julián Niño Carrillo ¿Ya aparecieron los 2.000 millones de pesos de la UCI Pediátrica en el Hospital que usted dirige o tengo que seguir aguantándome las acusaciones simplonas de las amigas de su hermano mientras los encuentra?