Cuando los ciudadanos son los que agachan la cara de la vergüenza por los actos de los políticos —y no los políticos por la indignación que generan sus propias conductas—, es cuando la sociedad entiende la inmensa distancia que hay entre el poder y la decencia. La persona que representa ese abismo en Bucaramanga tiene nombre propio: Óscar Javier Díaz Laytón, el concejal que ha hecho de la vergüenza y la grosería una rutina, y del descaro, una estrategia. Su paso por el Concejo no se mide en propuestas, ni en debates, ni en defensa de lo público. Se mide en escándalos, en audios, en videos, en peleas, en libertinajes y en jíbaros. En eso convirtió una credencial obtenida en nombre de los cristianos, de los abuelos y de la niñez, sin desconocer el apoyo que recibió del exconcejal Carlos Barajas, quien —a través de un extenso “mea culpa”— ya le pidió disculpas a la ciudadanía por semejante despropósito. Hoy, Díaz Laytón representa en el Concejo de Bucaramanga lo mismo que Jesús Alfredo Ariza representa en la Asamblea de Santander: lo peor de la política cuando los cargos se obtienen sin preparación académica, sin respeto por lo público y con una clara intención de usar el poder para pisotear a los demás. Y es este mismo personaje quien ahora aspira a ocupar una de las vicepresidencias de la mesa directiva del Concejo para 2026, así como la presidencia de la Comisión Segunda, desde donde se debatirá la revisión del Plan de Ordenamiento Territorial de la ciudad. ¡Sí! El mismo personaje que le gritó en el recinto del Concejo a la Junta de Acción Comunal de Cabecera: ¡Que no jodan por lo que no tienen que joder!, sería el encargado de escuchar a los ciudadanos.

¿Lo elegirán como vicepresidente de la mesa directiva?

Esa es la altura intelectual y política que los demás concejales pretenden ubicar en la mesa directiva de la corporación en virtud de los compromisos asumidos por la coalición de gobierno al inicio de su mandato. Por eso, vale la pena hacerles algunas preguntas:

  • Concejal “Chumi” Castañeda: ¿Usted le va a dar su voto a quien trata así a las mujeres que representan los intereses del barrio donde está ubicada su fundación?
  • Concejal Tito Rangel: ¿Usted va a entregar su voto, en nombre de los cristianos de esta ciudad, a quien representa así sus valores?
  • Concejal Henry Gamboa: ¿Usted va a apoyar a alguien que, con sus actos, desdice de la lucha del Centro Democrático contra el flagelo de las drogas en la juventud?
  • Y a todos los demás: ¿Le van a dar su voto a alguien cercanamente implicado en préstamos financieros con el hoy investigado Carlos Ramón González? ¿A alguien que se tendrá que responder por un posible fraude procesal junto con sus unidades de apoyo? ¿A alguien que acusan de vender cps de forma anticipada? ¿A alguien que es, en un video, la negación misma de la dignidad?

La ciudad está cansada de políticos que solo se destacan por su silencio. Y si al interior del Concejo no se levanta una sola voz, desde aquí se levantará la mía.

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