Deslizamiento de Banca a seis kilómetros del Peaje Los Curos

¡Seis años! Lease bien: seis años, son los que llevamos viendo la afectación de la bancada de la carretera que conduce de Bucaramanga a San Gil y Bogotá, en el sector de las Hamacas a menos de seis kilómetros del peaje de Los Curos en el municipio de Piedecuesta. Durante estos seis años han pasado varios contratistas y miles de millones de pesos que no han sido utilizados para remediar el problema. A pesar de la importancia de este corredor vial, las entidades responsables no han logrado restablecer plenamente la infraestructura, limitando el tránsito a un solo carril donde ya ni siquiera se observan empleados manejando el tráfico vehicular. Hace ya un año la Sociedad Santandereana de Ingenieros (SSI), a través de un comunicado firmado por su presidente Luis Eugenio Prada Niño, le manifestó al Invías la preocupación por esta situación, pero de nada valió el reclamo porque el consorcio encargado en su momento del mantenimiento de la vía, refutó que la CDMB no había expedido los permisos para poder realizar los trabajos.

Esta inacción no solo refleja una preocupante falta de gestión y coordinación entre las entidades involucradas, sino que también evidencia una indiferencia hacia las necesidades de la región. Resulta inadmisible que, pese a las millonarias inversiones anunciadas para la infraestructura vial de Santander, como los $2,4 billones destinados a proyectos esenciales, problemas críticos como el que aquí se narra, permanezcan sin solución alguna. La falta de ejecución efectiva de los recursos asignados y la ausencia de voluntad política para resolver estas problemáticas son una afrenta a la dignidad y al bienestar de los santandereanos. Entonces, ¿dónde están las soluciones? ¿Por qué, pese a las millonarias inversiones y el cobro de peajes, este tramo sigue siendo un monumento al abandono? La respuesta es clara: falta de voluntad política, ineficiencia en la gestión y una alarmante desconexión con las necesidades reales de la región. Tampoco es aceptable el silencio de los líderes políticos locales, especialmente aquellos que tienen la responsabilidad de gestionar soluciones en los niveles más altos del gobierno como los son los representantes y senadores, quienes son muy diligentes atacando al Gobernador por el arreglo de los puentes en las veredas de Garcia Rovira, pero bien malitos a la hora de reclamarle al gobierno nacional por la desidia en que nos tiene. Es imperativo que las autoridades competentes, en particular Invías y la CDMB, asuman con responsabilidad y celeridad la tarea de rehabilitar completamente este tramo vial. La infraestructura vial es un pilar fundamental para el desarrollo económico y social, y su mantenimiento adecuado debe ser una prioridad inaplazable. Santander merece dignidad, merece movilidad y, sobre todo, merece resultados. Seis años son más que suficientes ¿O vamos a tener que esperar seis años más?

Seis años de abandono
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