
El petrismo: la cara política de las FARC
Respaldar al petrismo es darle poder a los mismos que ayer empuñaron las armas contra Colombia.
Respaldar al petrismo es darle poder a los mismos que ayer empuñaron las armas contra Colombia.
Sobre el predio Lagunitas no existe fallo firme. Anticipar culpabilidades contra Luis Eduardo Díaz Mateus sin soporte oficial es un error que convierte hipótesis en certezas.
“A José Raquel Mercado lo mató Petro”. El testimonio de un humilde tendero en Bucaramanga rompe el silencio cómplice del sindicalismo y desnuda la hipocresía de quienes hoy encubren un crimen que marcó para siempre la historia del país.
La tasa de seguridad no cayó por denuncias ni presiones políticas, cayó porque el gobernador decidió, con criterio propio, que no era el momento para seguir cargando a los ciudadanos.
En las manos de la justicia está la vida y el honor de un hombre bueno. Luis Fernando no pide compasión, solo que se escuche la verdad completa y se reconozca la dignidad que jamás debió ser manchada por la mentira.
El verdadero juicio de Beltrán no está en los tribunales, sino en su capacidad de enfrentar la derrota con grandeza y no con rabia o excusas.
Gustavo Moreno promete dignidad en el Senado, pero mientras tanto, su esposa colecciona contratos millonarios con el Estado. El mismo que él dice no arrodillarse. Esta es la historia de cómo el discurso anticorrupción se convirtió en nepotismo, amenazas y burocracia disfrazada de “energía nueva”.
Los Aguilar vuelven a la arena política de la mano del Partido Liberal, en una movida que muestra cómo el poder cambia de manos… pero nunca de familias.
Gustavo Moreno pasó de senador invisible a “campesino de utilería” en las fiestas de Vélez: sombrero prestado, sonrisa fingida y bolsillo lleno de mentiras. Promete lo que no cumple y bebe lo que le inviten, todo para seguir vendiendo su farsa de salvador.