Con la franqueza que lo caracteriza, el ingeniero Rodolfo Hernández, candidato a la presidencia de Colombia, le manifestó a los periodistas de la Revista Semana que uno de sus grandes retos es conocer gran parte del territorio colombiano, lo cual adquiere validez si se tiene en cuenta que Hernández incursionó hace tan solo 6 años en la escena política nacional cuando fue elegido alcalde de la ciudad de Bucaramanga. Un reto que se le vino encima el 19 de febrero de 2022 cuando El Morichal, el periodico de la Orinoquía colombiana, subió a sus redes sociales un video donde en medio del ruido y la aglutinación de la gente, un seguidor le pide un mensaje para el Vichada desencadenando una ola de críticas al recibir como respuesta un ¿Eso que es?
Quienes acompañaban al candidato manifestaron que lo que Hernández no entendió fue la pregunta en medio del contexto en el que se encontraba, de la misma forma que el periodista Daniel Samper Ospina no sabría que responder si un santandereano le pide un saludo para la gente del municipio de El Guacamayo en medio de la celebración de un gol de su amado Santa Fe contra Millonarios a las tres de la tarde en el estadio El Campín.
Hasta ahí resulta comprensible la confusión del momento, pero lo que no puede aminorarse es la inmensa responsabilidad que esa pregunta le puso al frente al candidato. Si bien es cierto que Rodolfo Hernández no conoce la ciudad de Puerto Carreño, como tampoco la conocían ni la conocieron muchos de los presidentes del último siglo hasta la llegada de Alfonso López Pumarejo, el revuelo que ha causado esta polémica lo obliga a que llegado el caso de convertirse en el primer mandatario de los colombianos, uno de sus primeros actos de gobierno sea el de reivindicar la dignidad de una población que ha estado en el abandono social desde la misma expedición del decreto comisarial del 16 de julio de 1930 por parte del gobierno nacional.
Lo paradójico de este asunto, es que el departamento del Vichada es el mejor escenario para que Hernández le demuestre al país la realidad de su discurso, porque es allí en donde se podría hacer realidad la apertura de fronteras con Venezuela, la generación de energía a partir del tratamiento de las basuras, la edificación de una de las despensas agrícolas más grandes de Colombia a partir del cultivo de la soya, el maíz, el arroz y la más costosa de las nueces como lo es el marañón, la continuación de la carretera Puerto Gaitán - Puerto Carreño con costos reales de construcción, la adopción de un marco normativo de turismo comunitario para brindarle una actividad económica efectiva a las comunidades locales que impida seguir viendo a los indígenas amoruas y a los jivis buscar su comida en los carros recolectores de basura.
Hernández ha demostrado ser un gran activista en favor del medio ambiente y el Vichada es uno de esos territorios donde su palabra podría tener frutos ya que como lo declaró Alexander Von Humboldt, es allí, en el Raudal de Maypures, donde se encuentra la octava maravilla del mundo.
Como si esto no fuera poco, lo que más necesita la capital de Puerto Carreño es un presidente que entienda a la perfección que las razones por las cuales 18 de sus 25 barrios permanecieron inundados por más de dos meses, se debieron a la construcción de los mismos encima de rellenos que le ganaron un espacio temporal al río y a los humedales con el patrocinio de politiqueros corruptos que se beneficiaron con los votos de los más pobres ante los ojos de una administración municipal y departamental que en nada le importa la vida de la gente
¿Quién mejor para entender todo esto que un ingeniero? Esas son las ironías de la vida y con fundamento en ello el compromiso de Rodolfo Hernández con Colombia tendrá que comenzar en el Departamento del Vichada y sus cuatro municipios, no solo por remediar el desconocimiento momentáneo del nombre de una capital colombiana, sino también, porque es un territorio que se lo merece.