La manipulación, la mentira y la arrogancia, siendo esta última un sinónimo de la vanidad, se convierten con el paso del tiempo en sentimientos de superioridad que se originan en una vida vacía, sin afecto y soledad.
No se sabe hasta qué punto estas últimas tres situaciones se den en la vida de Adriana Lizeth Vargas Uribe, pero de las tres primeras muchos han sido testigos de su existencia porque tuvieron que convivir con ellas.
Vargas Uribe no es una mujer conocida en el ámbito de lo público, porque nunca ha podido ejercer un cargo de esas condiciones, pero en algo si lo es en el ámbito privado ya que durante más de una década ha logrado moverse con engaños dentro de él, lo cual se terminó hasta hace unos meses cuando se logró demostrar que sus presuntos estudios profesionales en más de seis universidades de Colombia y el mundo no eran más que una mentira posiblemente encaminados a engañar organizaciones empresariales e instituciones gremiales, como lo fue la entidad sin ánimo de lucro Corporación Red Responsable y Sostenible, donde la nombraron directora ejecutiva el día 15 de noviembre de 2016 según costa en los documentos inscritos en la Cámara de Comercio de Bucaramanga.
Organización donde según dos personas allegadas a la misma manifiestan que se le contrató en razón de una hoja de vida donde escrituró que era profesional como administradora de negocios especializada en sistemas de información de la Universidad de Canterbury en Nueva Zelanda con especialización en alta gerencia y liderazgo estratégico de la Universidad de Los Andes de Bogotá, unido a un itinerario de minor en comercio exterior de la Universidad de Miami (Prueba 2).
De la misma forma, en esa hoja de vida, Vargas Uribe manifestó haber trabajado como analista económica de la firma Baker Hugnes Gaffney Cline, donde su trabajo se centró en la investigación del mercado de petróleo y gas en Sudamérica, así como también que tuvo a su cargo la responsabilidad administrativa del proyecto Ronda Caribe 2007 de la Agencia Nacional de Hidrocarburos de Colombia. De todo lo anterior, la Universidad de Miami manifestó de manera extraoficial no haberla tenido como estudiante regular, la Universidad de Canterbury no encontró registros de ella en los últimos 20 años, la Universidad de Los Andes contestó de forma oficial que la única vinculación con el claustro universitario fue un curso de educación no formal de siete meses donde no entregó título académico alguno
La Agencia Nacional de Hidrocarburos, de acuerdo con sus funcionarios, no reconocen ningún trabajo de corte administrativo con Vargas Uribe de forma personal o a través de alguna firma internacional.
Comienzan las dudas
La Corporación Red Santander Responsable y Sostenible, era una importante iniciativa surgida del seno de varios empresarios de la ciudad para mejorar las condiciones empresariales del departamento, la cual lastimosamente comenzó a destruirse el día 20 de mayo de 2021 cuando Vargas Uribe en su condición de representante legal de la corporación, según allegados a la entidad, suplantó la firma de Santiago Gómez como presidente de la asamblea de accionistas en una falsa acta que radicó ante la Cámara de Comercio de Bucaramanga con el fin de remover al revisor fiscal y poder así firmar convenios y contratos sin la vigilancia de un tercero o de los mismos accionistas de la corporación que representaba.
De esto solamente se pudieron dar cuenta cuando le alertaron a la corporación sobre la existencia de un contrato de más de 145 millones de pesos con la sociedad minera Minesa, el cual por obvias razones jamás se había aprobado en junta, ni por el objeto del mismo ni por la cuantía. Ante esta alerta pudieron darse cuenta de la existencia de 10 contratos más que no contaban con el visto bueno de la organización y fue la misma Cámara de Comercio la que les informó de la remoción indebida de su revisor fiscal, con lo cual Vargas Uribe terminó llevando a cabo una contratación indebida que terminó revelándose ante la Procuraduría General de la Nación en una audiencia de conciliación el día 28 de marzo de 2023 bajo el radicado 2022-012645.
Ante esta situación decidieron terminar el contrato de vinculación ya que la situación no ameritaba otra cosa diferente. De ahí podrían entenderse las razones por las cuales en su condición de candidata a la cámara de representantes por el partido Liga de Gobernantes Anticorrupción, no firmó el “compromiso para la defensa del agua y Santurbán”, así como también termina entendiéndose la presión que ejerció para se incluyera dentro de los representantes de la campaña presidencial de Rodolfo Hernández a Carmencita Lian, gerente de relacionamiento de la sociedad Minesa, sin descontar que por su cabeza llegó a pasar la posibilidad de que el ex contralor Fredy Anaya fuera el director de la Liga de Gobernantes como un día en un acto de humillación se lo gritó a los empleados de la campaña ¡Toda una cajita de sorpresas la señora Vargas Uribe!
Buscando las mentiras
Ante este comportamiento comenzaron a surgir en el seno empresarial de la ciudad una serie de dudas frente a la persona con quien se habían relacionado y se llegó a la conclusión que esas relaciones estaban afectadas por la falsedad y el engaño. El alcalde Juan Carlos Cardenas anunció con bombos y platillos el nombramiento de Vargas Uribe como encargada del Instituto Municipal de Empleo y Fomento Empresarial del municipio de Bucaramanga, cargo en el que no se pudo posesionar por tener “problemas” con sus títulos universitarios
Problemas que pasados ya casi cuatro años aún no ha podido resolver y muy probablemente no va a poder hacerlo ya que las mismas instituciones universitarias han manifestado que ella no ostenta ningún título que la acredite como profesional egresada de las mismas. En una acción de tutela Vargas Uribe reconoció que no se había graduado de la Universidad Pontificia de Bucaramanga, Los Andes le reconoce un curso de siete meses, Eafit un curso de 16 horas en dos días:
Las universidades de Miami, Nueva Zelanda, Yale y Salamanca no reconocen vinculación alguna con ella y la Universidad de Houston tampoco, aún cuando Vargas Uribe insiste en que es “administradora de empresas” de esta misma, una supuesta administradora que después de haberse graduado según así lo manifiesta, 17 años después no figura en los registros del Consejo Profesional de Administración de Empresas en Colombia, una de las razones por las cuales no se pudo vincular con la Alcaldía de Bucaramanga.
Curiosamente Vargas Uribe si aparece inscrita en un programa virtual de ciencia política de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia, el cual tampoco le ha entregado hasta el día de hoy un diploma que la acredite como profesional en el país.
¿No mentir?
La situación que aquí se muestra le plantea un profundo dilema al partido político donde Vargas Uribe ejerce la representación legal, pues nadie entendería cómo pueden tener en ese cargo a alguien que no va de la mano con uno de sus mayores principios como es el de NO MENTIR
¿Qué confianza pueden tener los electores de que los candidatos de la Liga no le van a mentir a la sociedad en el ejercicio de sus funciones, si la que les firma los avales posiblemente lleva mintiéndole por más de 17 años a toda una ciudad?
Que los directivos de dicho partido y su comité de ética no hayan hecho nada por comprobar y demostrar que su representante legal es profesional, tal cual lo establecen sus propios estatutos, determina que la intención de cambiar las prácticas “politiqueras” y mentirosas no son más que un débil discurso ya desgastado en el que la sociedad no solo ya no cree, sino también, rechaza profundamente por las implicaciones que al interior de la nación misma muchos, millones, consideran la existencia de una traición imperdonable.
Adriana Lizeth Vargas Uribe ha iniciado todas las acciones jurídicas que ha podido en contra de quien esto escribe sin tener éxito en las mismas, pero en ninguna de ellas ha podido demostrar que las acusaciones respecto a su falta de título profesional son mentiras.
La solución ante ello es muy simple y no es otra cosa más que mostrar su diploma ¿Por qué no lo ha hecho? es una pregunta que podría encontrar su respuesta cuando la Fiscalía General de la Nación establezca si se cometió un posible fraude procesal ante el Consejo Nacional Electoral y la Registraduría Nacional del Estado Civil por la presentación de una presunta hoja de vida falsa para obtener una resolución administrativa a su favor, de la misma forma que presentó ante un juez de tutela una excusa médica que no reconoce como cierta el mismo galeno que allí aparece firmándola.
Si su atrevimiento llega hasta el punto de querer engañar a un juez de la república, no sorprende para nada que sea la representante de quién también engañó a millones de colombianos.