Si bien es cierto que esta situación es una constante desde hace muchos años, los ciudadanos no habían visto un descaro tan grande como el que se viene dando en el gobierno del alcalde Miguel Ángel Moreno Suárez, si es que a una operación criminal continuada se le puede llamar gobierno y a un títere se le puede denominar alcalde. Más de 84 mil florideños que depositaron sus votos en las urnas por los demás candidatos eran conscientes de que Moreno Suárez no tenía las capacidades personales para ser mandatario, pero el patrocinio a esa candidatura por parte del ex alcalde Héctor Guillermo Mantilla Rueda y muchos de los contratistas corruptos de esa administración, lograron que 40 mil votos le dieran la victoria. En ese momento y de la manera más cínica se le dio la orden a los funcionarios y contratistas de las diferentes secretarías de despacho, trabajar para las campañas de los concejales con el fin de que estos mismos dedicaran sus esfuerzos para la campaña de Moreno Suárez. La Secretaría del Interior, Salud y la Casa de Justicia trabajaron para los intereses del concejal Alfredo Tarazona, la Secretaría de Hacienda lo hizo para el concejal Nestor Bohórquez, la Secretaría de Educación se puso al servicio de la concejala Liliana Mendoza, la Secretaría General tuvo que trabajar para el concejal Edgar Gómez alias “Lleras”, la Dirección de Tránsito la obtuvo el nefasto concejal defensor de constructores piratas Salvador Molina, Control Interno fue manejado por el ex concejal Guillermo González (padre del actual director de tránsito), la Secretaría de Desarrollo Social se le consignó al ex concejal Andrés Ardila y al concejal Nicanor Vera se le regaló Gestión del Riesgo, sin mencionar a los demás porque esta columna no tendría el espacio suficiente.

Amigos complicados

A este descaro se le sumó el apoyo de los contratistas del Intercambiador de Fátima que durante la campaña recibieron entre aplausos, comida, trago y carcajadas a Moreno Suárez en la ya conocida Finca Peñitas, objeto de un volteo de tierras, de propiedad de la ex congresista Nubia López, donde fungió como anfitrión el aún Contralor Departamental Fredy Antonio Anaya Martínez, quien para el año 2015 había integrado junto con Héctor Mantilla y Ángel Alirio Moreno, el papá del alcalde, una “alternativa política” para Santander denominada “Los David”, la cual estaba encabezada por la señora Doris Vega, esposa del condenado por parapolítica Luis Alberto Gil. A pesar de todo esto, tuvieron el descaro de vender la candidatura de Moreno Suárez como la continuación de la renovación política en Floridablanca y, en honor a la verdad, las consecuencias no han podido ser peores.

¿Un nuevo Cartel de amigos y contratistas?

El municipio de Floridablanca hoy en día no es más que una empresa de bolsillo que convirtió a las secretarías de despacho en oficinas filiales y al Banco Inmobiliario en su mayor sucursal, donde su director Julio César González García, defendido en el cargo por el ex alcalde Mantilla, está dedicado a enriquecer bandidos más descarados que él. Todo en esa alcaldía es una vergüenza y lo que la gente piensa que es un gobierno, no es más que la consolidación de otro Cartel: El Cartel de los Moreno. Los espero la próxima semana.

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