
Victoria Casallas y un político sin memoria
Le llaman “Totoya”, sí. Pero ese nombre, lejos de ser burla, se ha convertido en símbolo de liderazgo cercano, sin poses ni cálculo.
Le llaman “Totoya”, sí. Pero ese nombre, lejos de ser burla, se ha convertido en símbolo de liderazgo cercano, sin poses ni cálculo.
La carrera política de Óscar Díaz debe acabarse, porque esta ciudad no puede seguir dando honores a quien convirtió el poder ciudadano en un arma para proteger sus miserias.
Donde no llega el internet, ahí está esa señal modesta, persistente, terca como somos los santandereanos. La del Canal TRO.
Los votos a los parlamentarios santandereanos incluyen los de los campesinos que luchan para sacar sus productos hasta los sitios de comercialización.
Ojalá algún día en Santander entendamos, a la manera que lo hacía Caballero Calderón, que la grandeza está en lo pequeño.
Los 19.7 kilómetros de la carretera destapada que une a los municipios